- Génesis 2:9, 16-17 “Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal… Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.”
Esta mañana me impactaba la dureza de nuestro corazón… del corazón del ser humano… y ha sido así desde Edén hasta el día de hoy.
Dios formo al hombre a su imagen y conforme a su semejanza, y le hizo rey sobre toda la creación. Por amor y protección le planto un huerto al oriente en Edén, y le dio la bendición de poder comer de todo árbol del huerto… pero en ese huerto Dios puso dos árboles muy especiales, árboles que no había puesto antes sobre la tierra; el árbol de la vida, y el árbol de la muerte. Además le trajo su ayuda idónea, les bendijo, y les dijo fructificar, multiplicar, llenar la tierra, y señorear sobre la creación.
Dios, después de crear al hombre, pone delante de él la vida y la muerte; y Adán, como su esposa, tenían la libertad de comer del árbol de la vida, y vivir para siempre; este árbol de la vida estaba en la larga lista de los que sí se podían comer… Pero ellos escogieron comer el único que estaba en la lista de los prohibidos… ¡ellos escogieron la muerte!
¿Cómo fue con Israel? – Deuteronomio 30:19 “A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia;” – ¿Qué escogió Israel? – La muerte, la desobediencia a Dios, el cautiverio y la destrucción. Y como Adán estaban advertidos de las consecuencias de transgredir la ley; pero aun así, lo hicieron.
¿Cómo es con nosotros la iglesia? – Juan 10:10 “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” – esa vida se da por permanecer en él, por obedecer su palabra, guardar sus mandamientos, y hacer su voluntad – ¿Y qué escogemos? – hacer nuestra voluntad, escoger nuestros caminos, ignorar sus principios. Y nosotros, hechos para señorear sobre la noche como cuerpo de Cristo, y separar la luz de las tinieblas, andamos en derrota, y blasfemando el Santo nombre del Señor… y lo peor, ¡le echamos la culpa a Dios y a la iglesia!
¿Cómo es con el mundo perdido? – Juan 3:16 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” – Dios envió a su Hijo, quien hizo milagros impactantes y dejo una tumba vacía, dividiendo la humanidad en dos. Hay está la vida eterna; y ¿que escoge la humanidad en su mayoría? – El camino ancho que lleva a la perdición.
Delante de nosotros está la vida y la muerte; Dios nos advierte las consecuencias; ¿qué escoges tú?
MARANATA – EL SEÑOR VIENE
1 CORINTIOS 16:22
Triste como impactante. Durante todo mi recorrido por la Senda de Dios esta situación se ha hecho manifiesta no una, sino muchas veces desconcertándome al punto de enmudecer por no hallar respuesta a esta cruel verdad. Como sería si desde el inicio todo hubiese sido diferente. Pero esta es nuestra realidad, nuestra verdad manifiesta y nuestra oportunidad. Gloria al PADRE por su HIJO a quien por misericordia DIO por nuestra salvación.